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Músicos chilenos homenajearán a Gabriela Mistral en el Teatro Nacional

De izquierda a derecha: Pablo Yánez, Kike Galdames y Claudio González.

Los tres músicos chilenos, Kike Galdames, (cantante y compositor), Claudio González Espinosa (pianista) y Pablo Yáñez (director invitado), ofrecerán un concierto como homenaje a la poetisa chilena Gabriela Mistral, hoy, 28 de abril, en el Teatro Nacional de San Salvador.

Los músicos serán acompañados por la Orquesta Sinfónica Juvenil Nacional, con la que tocarán la versión sinfónica de “Canturía de mi sangre”. La entrada es gratis.

Ayer, 27 de abril, los músicos salvadoreños y chilenos ensayaron en la Gran Sala del Teatro Nacional de San Salvador para ultimar detalles de la presentación, ocasión donde Galdames, González y Yáñez hablaron sobre su visita a El Salvador:

Kike Galdames, conocido principalmente por su historia en Illapu, es un autor, compositor, multiinstrumentista y educador, a la vez que un viajero musical, con muchos destinos situados en la llamada América Morena.

Su música está permeada por ritmos, aires y colores latinoamericanos, poesía y canto, una propuesta que ha llegado incluso fuera de los límites de Illapu y lo ha ubicado como un nombre en la música de fusión latinoamericana.

¿Cómo nació la idea de venir a tocar a El Salvador?

Esto viene desde el año pasado, fundamentalmente, y principalmente por contar con una suerte y una virtud única de tener muy buenos amigos acá en El Salvador, el grupo Nemili Miaksaya (vida abundante), quien a la cabeza está Miguel Segovia y Lorena Maltés; son un par de amigos que el año pasado me invitaron a El Salvador a hacer unas clases y talleres con su grupo, a grabar un par de canciones y de paso yo hice una pequeña presentación en una salita que está acá en el Teatro Nacional de San Salvador, presentando parte de mi repertorio y parte de la de esta obra que se llama “Canturía de mi sangre”.

Después, escribí un tema que se llama “Allá lejos tengo un pueblo”, un poco con la intención de hermanar esta amistad y hermanar de alguna forma a los músicos chilenos y salvadoreños. Luego, vinimos a grabar un video y ahí se dio la oportunidad bajo el alero de la Embajada de Chile en El Salvador, con sus buenas relaciones con el Ministerio de Cultura de El Salvador, la posibilidad de presentarnos y desplegar en su totalidad la obra “Canturía de mi sangre”.

Cuéntenos un poco sobre “Canturía de mi sangre”.

Es una obra que compuse en honor a la poetisa Gabriela Mistral, que anduvo hace como 80 años por acá sosteniendo amistades profundas con Claudia Lars y Salarrué (eso yo lo fui descubriendo acá), cosa que me llenó de sorpresa y de magia, ya que encontrarme con una calle que se llame Gabriela Mistral, un edificio, entonces de alguna forma el tiempo no tiene parangón digamos al lado de las obras y de la belleza que nos deja Gabriela recogí algunas poesías y le puse música hilando todo en esta obra.

De alguna forma, esta obra más que una biografía es revelar lo que esta tremenda mujer, que aparte de ser una mujer con rasgos indígenas, chilena, provinciana y profesora rural es una poetisa, pero también es una libre pensadora que hace más de 100 años nos mandaba mensajes que hoy día nuestras compañeras mujeres, sobre todo en nuestro continente, levantan hoy día como bandera.

Estamos felices porque vamos a presentar esta obra con todo el despliegue. Vengo con Claudio González, que es un pianista de Chile connotado y coterráneo mío; además, vengo con mi amigo Pablo Yáñez, que es también director de orquesta y que se hizo cargo de la orquestación que hizo David Cortés para esta obra que, en el fondo, es una música más bien con aires folclóricos, con instrumentos andinos latinoamericanos como la zampoña, quena, el quenacho, el saxo soprano y, en algún momento al principio de la obra, este mítico instrumento de viento que se llama didyeridú, un instrumento de los aborígenes australianos. Con todo esto queremos entregar lo mejor, es un mensaje de belleza, virtud y de poesía.

¿“Canturía de mi sangre” tiene varias canciones?

Sí, son varias canciones porque son varios poemas, pero de alguna forma yo le he ido dando un sentido para que también los relatos en medio de la obra vayan tejiendo el relato musical, con lo que uno va hablando y va presentando, porque la gente no tiene por qué saber que ella se llamó Lucida Godoy Alcayaga y que en un festival floral de Santiago de Chile, en 1914, envió tres poemas cada uno con un seudónimo diferente y ganó el festival de ese año con “Los sonetos de la muerte” y firmaba el seudónimo de Gabriela Mistral.

¿Cómo ha sido el trabajo con los jóvenes del Sistema de Coros y Orquestas?

Empezamos ya hace unos meses con este esfuerzo, comunicándonos con Roberto Betancourt y Walter Ortiz, porque son los encargados del Sistema de Coros y Orquestas de acá de El Salvador, y hemos tenido la grata oportunidad de practicar, ensayar y hacer música con estos jóvenes y niños de acá, que de alguna manera Gabriela Mistral se devuelve, ya que gran parte de su obra está dedicada a la primera infancia y sentimos que también tocar con la Orquesta Sinfónica Juvenil Nacional también tiene esas luces en el fondo, aprendiendo y educando a la vez.

¿Qué mensaje les deja a los jóvenes del Sistema de Coros y Orquestas?

Que la música es maravillosa, que es un camino que te abre puertas, que va mucho más allá de los hombres y de la muerte. Estamos nosotros haciendo la poesía de una persona que físicamente desapareció hace más de 70 años y ella es infinita, es eterna, y de alguna forma nosotros tratamos de prolongar esa eternidad en la belleza, en la música; por lo tanto, el consejo es el empeño, el amor y la pasión por lo que uno hace y la música es maravillosa para hacer eso.

Pablo Yáñez es director de orquesta, académico, músico y gestor cultural chileno. Es profesor de educación musical y licenciado en educación (UNAB).

Desarrolla su carrera enfocada en la música chilena, estrenando obras de compositores chilenos y latinoamericanos. Ha dirigido, preservado y difundido la fusión del folclore chileno con el formato sinfónico en su país y el extranjero.

Cuéntenos sobre el trabajo realizado con los jóvenes del Sistema de Coros y Orquestas Juveniles.

Primero, es un honor para nosotros llegar aquí a El Salvador y poder trabajar con la Orquesta Sinfónica Juvenil Nacional del Sistema de Coros y Orquestas Juveniles con los niños, jóvenes, músicos, los pasantes que están y los coordinadores que han sido muy amables con nosotros.

Hay mucho talento musical acá. Hay mucho que entregar y decir con respecto a la música latinoamericana, que es lo que nosotros hemos venido a hacer acá, a estrenar esta obra en formato sinfónico. Estamos muy contentos y hemos tenido un gran recibimiento de todos. Vemos a los músicos muy entusiasmados y contentos, y sin duda esto va a marcar una etapa, un precedente importante de intercambio cultural entre dos países que los une la música, los ritmos latinoamericanos, la cultura, los talentos y, de alguna forma, nos hace sentirnos muy orgullosos y contentos de estar aquí tocando porque la música universal y nuestra Gabriela Mistral es universal, por lo tanto, traemos ese mensaje también de conocer más a nuestra poetisa, de conocernos entre los músicos y de nutrirnos mutuamente para poder ver una Latinoamérica mucho más unida a través de la música, del arte y de la educación, que es uno de los puntos principales que Gabriela Mistral desarrolló, y nosotros de alguna forma seguimos este legado, y es por eso que hemos querido trabajar con la Orquesta Sinfónica Juvenil y nutrirnos también de su talento de su folclor y de compartir experiencia.

Desde su punto de vista como director, nos puede comentar un poco sobre “Canturía mi sangre” en el estilo sinfónico.

Esto fue una obra que fue concebida para un dúo y la ampliamos para un formato sinfónico. Ya veníamos conversando desde la pandemia sobre esto y se tuvo que crear y adaptar para el formato sinfónico, que viene en distintos tipos: primero hay arreglos que son solamente para la familia de las cuerdas, hay arreglos para cuerda y madera y para full orquesta, donde se incluyen bronce, percusión, arpa y piano, etcétera, y, por lo tanto, hay mucha diversidad de colores de los instrumentos, de los sonidos que se unen junto a los instrumentos autóctonos como la zampoña, el quenacho, la quena, la guitarra y otros, con la base de piano y las voces; por lo tanto, hay una creación muy importante para poder unir este formato latinoamericano folclórico con lo sinfónico, demostrando que la orquesta no solamente puede tocar música clásica, música barroca y romántica, sino que puede tocar los distintos ritmos latinoamericanos y se produce una tremenda riqueza musical al unir estos dos elementos.

Claudio González es pianista y productor musical. Es productor de música con experiencia, que brinda una perspectiva creativa y un oído agudizado para la música, ya sea para arreglar, desarrollar y/o terminar de pulir un disco.

¿Cómo ha sido su experiencia con los músicos salvadoreños?

Ha sido un trabajo muy lindo ver niños y adolescentes de distintas edades tan dedicados a una música nueva, arreglos nuevos, formas nuevas y con una dedicación y disposición muy linda y vivenciando la mejora. Ahora tenemos un ensayo general que probablemente nos va a traer nuevas sorpresas, así que muy contentos.

Los alumnos han respondido superbién al rigor de la instancia. Sorprenden las capacidades que tienen los chicos de aquí.