La creatividad e imaginación de niñas y niños se plasmó en los adornos, dibujos y decorados de juguetes tradicionales.
Aprender haciendo fue el método aplicado en los talleres lúdicos que impartió el Museo Nacional de Antropología Dr. David J. Guzmán, en el MUNA para Cipotes de este 13 de marzo.
La concurrencia a las actividades estuvo colmada de familias que pusieron manos a la obra para elaborar adornos colgantes con falso vitral y decorar juguetes tradicionales de madera: trompos, yoyos y capiruchos.
“En este taller hay niños desde los tres años. Cuando ya pueden agarrar los pinceles no hay problema con la edad, usamos pinturas a base de agua libre de contaminantes. Ellos pintan según su creatividad o su imaginación”, dijo el tallerista Julio César Juárez, quien se dedica desde hace 26 años a elaborar juguetes tradicionales de madera en Cojutepeque.
“Para mí estas actividades son muy buenas porque animan a los niños a desarrollar su creatividad y los aleja de las pantallas, les ayuda a aprender a escribir, los colores y tener sensibilidad artística, que tanta falta nos hace”, opinó la señora Nadia Chavarría, madre de Leo Castillo, de 3 años y 8 meses de edad quien pintó un bonito capirucho.
En la jornada se impartió también el taller lúdico Construyendo con Legos Estructuras de Joya de Cerén, a cargo de Marcelo Sandoval, a través del cual pueden armarse estructuras como el temascal.
Una de las actividades más importantes del programa fue el recorrido por el Jardín Rupestre, dirigido por la arqueóloga Claudia Ramírez, a través del cual los participantes conocieron detalles de los altares de Quelepa, la Estela de Tazumal y los petrograbados del lago de Güija.
“En los monumentos del lago de Güija tenemos figuras de animales donde están representados el monstruo acuático (cocodrilo), aves como zambullidores, mariposa, venado, mono, papagayo y Tláloc, el dios de la lluvia”, explicó la arqueóloga Ramírez.
Estos grabados son los que más llamaron la atención del niño Santiago Mercado, quien aseguró que lo que más le gustó fueron las rocas porque “uno parece la boca de un dinosaurio”, en referencia al grabado de Cipactli, la figura del cocodrilo o lagarto.
Unas 40 personas, entre niños, jóvenes y adultos, participaron en esta edición del programa MUNA para Cipotes.
En la Plaza Muna estuvo abierto el mercadito de emprendedores con alimentos, productos, artesanías y accesorios alternativos.
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