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Especialista habló de la historia de los antiguos hoteles capitalinos

Estudiantes, docentes y público en general participaron en la charla en la que se abordó la temática de los antiguos hoteles que se encontraban en San Salvador, así como de las cantinas y bares que en aquella época eran solo para la élite debido a sus altos costos.

El Museo Nacional de Antropología Dr. David J. Guzmán impartió la charla “Hoteles, bares y cantinas del centro de San Salvador”, en una nueva edición del MUNA al Centro, que se llevó a cabo este 12 de abril, en la Sala de Cámara del Teatro Nacional de San Salvador.

La actividad, a la cual asistieron estudiantes y docentes del Instituto Noé Canjura de Apopa y público en general, estuvo a cargo de la arqueóloga Claudia Alfaro del MUNA, quien explicó que a finales del siglo XIX e inicios del XX la vida social de los capitalinos se originaba en las plazas Bolívar, Morazán y Barrios, rodeadas de hoteles, restaurantes y acogedores bares como el Gran Café Nacional y Lyon d´Or.

“La plaza Morazán fue el lugar donde se albergaron lugares que fueron centros muy visitados o concurridos por los salvadoreños como la cafetería El Buen Gusto, el Hotel Nuevo Mundo, el Gran Café Nacional y Café Bolívar. También estaban las cantinas como la Bella Venecia, entre otros lugares donde los salvadoreños se daban cita las tardes para aprovechar esos espacios que eran las plazas y los parques de San Salvador”, explicó Alfaro.

La arqueóloga añadió que las cantinas de esa época no eran como el concepto de expendio que se tiene ahora. “La cantina era un concepto muy español, el cual era un lugar donde se comía algo rápido, por ejemplo, un vasito de vino con las famosas tapas; eran lugares más para socializar, hablar de la cotidianidad o de política y luego cada uno para su casa, no eran lugares o espacios para quedarse mucho tiempo”, dijo.

Además, detalló que el concepto de hotel se introdujo en El Salvador a finales del siglo XIX, y se trataba de lugares que ofrecían en sus restaurantes platillos internacionales que con el paso del tiempo se masificaron y ahora son parte de nuestra cocina cotidiana, entre estos: cocido de mondongo, arroz valenciano, paella y gallo en chicha.

“Los salvadoreños nos distinguimos por nuestra cocina. Nuestra cocina es parte de nuestro ADN, entonces dentro de nuestro ADN gastronómico nosotros tenemos muchas influencias como la cocina alemana, española, holandesa y también indonesia”, sostuvo la especialista.

La docente Jasmín Hernández aseguró que este tipo de charlas son importantes para que los estudiantes de turismo y gastronomía conozcan sobre los lugares que formaban parte de la capital.

“Es bien interesante y en lo personal me gusta que nos cuenten cosas que ahora ya no están, y me gusta saber que, como ellos decían, El Salvador fue como una mini Europa”, refirió la docente.

El MUNA al Centro es un programa de difusión y promoción cultural impulsado por el Museo Nacional de Antropología en espacios del centro histórico capitalino.