El Museo Nacional de Antropología Dr. David J. Guzmán llevó a cabo un conversatorio en el marco del Día Internacional de la Mujer.
Con el tema “El papel de las mujeres en el Museo Nacional de Antropología” se realizó un conversatorio este 8 de marzo, que tuvo como invitadas a la antropóloga Lilian Ramírez, la restauradora Elizabeth Gómez, la bibliotecóloga Imelda Cantor y la trabajadora social Maribel Henríquez.
El encuentro fue moderado por la arqueóloga Claudia Alfaro, de la Unidad de Investigaciones del museo, con el objetivo de propiciar el intercambio de experiencias de las profesionales, académicas y científicas, quienes comenzaron su carrera profesional en la década de 1970 en el antiguo Museo Nacional, mismo que en 2001 se convirtió en Museo Nacional de Antropología.
“Yo vine en la época en que no había Internet. Me dijeron que necesitaban una secretaria, me presenté a trabajar en 1975 o 76. Cuando la construcción de este edificio (MUNA), me enviaron a la biblioteca y allí me nació el interés por estudiar Bibliotecología”, compartió Cantor, quien labora en la Biblioteca Especializada del MUNA.
La historia con el Museo Nacional de Ramírez y Henríquez comenzó también en 1975; ambas habían estudiado una licenciatura en trabajo social.
“Hace 50 años la novedad era conocer. Puedo decir que gran parte de la colección etnográfica que existe es gracias a las gestiones de don Carlos de Sola, que fue un gran benefactor e hizo mucho bien a la cultura de este país”, dijo la ahora antropóloga Lilian Ramírez, quien se se convirtió en la primera mujer directora del Museo Nacional entre 1973 y 1975.
Por su parte, Henríquez, directora de Antropología Cultural, dependencia de la Dirección Nacional de Patrimonio Cultural, narró cómo empezó a trabajar el 1 de marzo de 1975 y a conocer el trabajo que hacían los arqueólogos extranjeros, ya que para esa época no había nacionales, y detslló que en sus primeros años trabajó como investigadora en el campo de la etnología.
En el caso de Gómez, estudió artes plásticas con especialidad en cerámica en el Centro Nacional de Artes (CENAR) y tuvo sus inicios en el museo en 1973, en el Taller de Restauración. Durante su larga carrera, se especializó en piezas arqueológicas, además de intervenir pinturas, yesería y cielos falsos del Teatro Nacional de Santa Ana. Recientemente se retiró, luego de ser por muchos años la restauradora del Museo Regional de Occidente.
En la actividad estuvo presente el director del MUNA, Danilo Villalta, quien mostró su admiración por el trabajo desarrollado por las profesionales en los últimos cincuenta años.
Las participantes de este conversatorio coincidieron en que su trabajo en el museo ha sido un privilegio y que esperan que su legado sea conocido por las nuevas generaciones.
“Mi sueño es que en un futuro todos los libros de la Biblioteca Especializada estén digitalizados. Me encanta atender estudiantes y luego verlos como profesionales”, agregó Cantor.
El encuentro se dio como parte de las actividades del MUNA Académico, uno de los programas que el espacio cultural impulsa.
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