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Ministerio de Cultura declara Bien Cultural a la Cofradía de las Flores y las Palmas

Miles de salvadoreños y extranjeros asistieron a la celebración de la Feria de las Flores y las Palmas, así como a todas las actividades relacionadas con esta tradición de Panchimalco.  

El Ministerio de Cultura y la Alcaldía Municipal de Panchimalco celebraron, este 7 de mayo, la XLI Feria Cultural de las Flores y Las Palmas en el parque central del municipio.

Como parte de la celebración, Cultura anunció el reconocimiento y declaratoria como Bien Cultural de la Cofradía de las Flores y las Palmas del antiguo municipio de San Salvador, que pasa a formar parte del patrimonio cultural inmaterial del país.

“Es un privilegio parta mí compartir con ustedes que, en uso de las facultades legales conferidas por la ley Especial de Protección al Patrimonio Cultural de El Salvador, por medio de resolución interna emitida a través de la Dirección Nacional de Patrimonio Cultural, este Ministerio de Cultura reconoce y declara a la Cofradía de las Flores y las Palmas como parte del Patrimonio Cultural Inmaterial de las y los salvadoreños”, manifestó la ministra de Cultura, Mariemm Pleitez.

El reconocimiento y declaratoria entró en vigencia desde el 1 de marzo, fecha en que se publicó en el Diario Oficial, con el fin de protegerla y resguardarla para garantizar su permanencia en el tiempo.

La titular de Cultura detalló que esta tradición se da gracias a los integrantes de la Cofradía, que la celebran cada año durante el mes de mayo, y conjuga diferentes elementos culturales: “Desde la preparación de comidas y bebidas tradicionales, la ensarta de flores en las palmas que acompañan la procesión, hasta la participación de los historiantes y chapetones que ejecutan sus danzas durante el trayecto de la procesión, junto con los coheteros y los panchos y panchas, quienes transportan las palmas decoradas mientras visten con orgullo su traje tradicional y su paño pancho”.

A través de la declaratoria se establecen medidas de protección. La primera referida al impulso de medidas que fomenten la participación de la comunidad, reconociendo su rol como guardiana, promotora y experta en la tradición de las flores y las palmas, a fin de que garanticen su desarrollo y continuidad.

También, la promoción de la formación del Comité de Salvaguardia de la Cofradía de las Flores y las Palmas para la gestión de su patrimonio cultural inmaterial.

Además, se brindará acompañamiento en investigación para la revitalización, adaptación y rescate de los componentes y características del bien cultural.

Se apoyará la elaboración de documentos para dar a conocer los conocimientos tradicionales vinculados a la tradición, para su promoción y valorización

Y, finalmente, se dará apoyo y asesoría en materia de patrimonio cultural, histórico e inmaterial para la elaboración de ordenanzas municipales vinculadas a respaldar jurídicamente la expresión y sus elementos, como la elaboración y decoración de palmas, el árbol de flor de ensarta, las danzas tradicionales y la cofradía como organización cultural y social.

La Cofradía de las Flores y las Palmas tiene un origen religioso popular, basado en un modelo de organización social y comunitaria dirigido a la veneración y devoción de la imagen de la Virgen María en sus advocaciones de Virgen de la Inmaculada Concepción y Nuestra Señora del Rosario.

El rasgo más distintivo de la actividad es la procesión de las palmas, festividad mayor y titular en la que intervienen expresiones del arte, historia y costumbres locales que se consideran parte de su acervo cultural único, como el uso del manto pancho y su indumentaria asociada, la danza tradicional de los historiantes y la elaboración de palmas decoradas con flores de ensarta.

La declaratoria reconoce el valor tradicional de la expresión, con elementos que otorgan identidad y caracterizan de forma única y particular a sus practicantes, dotándolos de una herencia que es motivo de orgullo y que va de generación en generación.

Destaca el valor símbolo gracias a la manera singular de la celebración, que la distingue de otras, a la diversidad de sus elementos y a la cohesión intergeneracional y familiar existentes.

Asimismo, establece el valor social, que se sustenta a través de la tradición oral y la práctica ritual, en una dinámica de interacción que integra familias, barrios y comunidades, además de que la tradición genera dinámicas en los campos económico, social y administrativo que contribuye al desarrollo local del municipio.

“El Ministerio de Cultura hace un llamado a las diferentes instituciones, nacionales y locales, de apoyar a la comunidad de portadores de cultura a preservar esta práctica tradicional diseñando iniciativas de desarrollo socioculturales y económicas que dignifiquen y respeten siempre el origen e historia de este bien cultural de las y los salvadoreños”, concluyó la ministra Pleitez.