El simbolismo de la música ancestral fue el tema del que se habló en Maquilíshuat bajo la Luna, en el Museo Nacional de Antropología Dr. David J. Guzmán (MUNA).
La velada inició con el canto del caracol, “un instrumento relacionado al dios del viento Ehécatl”, explicó el director del MUNA, Danilo Villalta, durante el programa Maquilíshuat bajo la Luna, realizado el 4 de julio.
El tema del programa trató sobre el simbolismo de la música prehispánica y su relación con el entorno natural dentro de las comunidades de origen ancestral.
Y es que hoy en día, las comunidades continúan usando en sus rituales instrumentos prehispánicos como el teponahuaste, un instrumento cilíndrico de madera, de base plana, que tiene una cámara de resonancia en uno de los lados y dos lengüetas en la parte superior, las cuales al ser golpeadas con dos palillos emiten un sonido especial.
Este instrumento, de origen mesoamericano, estaría relacionado a dos mitos fundacionales de la creación de los humanos, según los pueblos originarios, dijo el indigenista Gustavo Pineda, quien agregó que en la actualidad es usado en las ceremonias de las cofradías en El Salvador, México y Guatemala.
Además de estos instrumentos, los narradores hablaron de cómo las ocarinas o pitos emiten sonidos que imitan a las aves, y explicaron que los sonidos que mostraron eran “una aproximación a lo que fueron los sonidos de los instrumentos prehispánicos, pues no se conoce la música que tocaban”.
Como parte del programa, se llevó a cabo una ronda de preguntas y respuestas que varias personas de entre el público respondieron correctamente y pudieron ganarse ejemplares del poemario “Códice Coatepec”, de Gustavo Pineda, con ilustraciones de Pedro Portillo y Renacho Melgar.
Maquilíshuat bajo la Luna busca acercar al público el conocimiento del patrimonio cultural del país no solo material, sino también inmaterial, por medio de la relación simbólica del entorno y las tradiciones orales.
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