La visita se enmarca en el programa Mundo de Arte y Entretenimiento, impulsado conjuntamente por el Ministerio de Cultura y la Dirección de Integración.
Varias familias beneficiadas por la Dirección de Integración y familias particulares participaron en el programa Maquilíshuat bajo la Luna, del Museo Nacional de Antropología Dr. David J. Guzmán (MUNA), este 23 de mayo.
Niñez y juventud disfrutaron junto a sus padres y abuelos de la velada en la que se habló del tema “La luna y su relación con la música prehispánica”, el cual tuvo como narradores al director del MUNA, Danilo Villalta, y al investigador y músico Mauricio López Guillén.
Ambos coincidieron en que la luna ha ejercido una influencia crucial en la mitología indígena, por lo cual ha sido representada como una deidad influyente en la vida diaria, rituales y creencias de los pueblos ancestrales.
“La luna es uno de los astros primigenios que ha alimentado el imaginario popular para tratar de explicar algunos hechos que no tienen una explicación concreta y allí es donde comienzan los mitos, a través de observar que en ciertas fases ocurría el nacimiento de algunos animales que eran importantes para el consumo y la supervivencia”, indicó Villalta.
Según el funcionario, tanto para los mayas como para los pipiles, la luna tuvo un valor importante que se ve reflejado en diversas piezas del patrimonio arqueológico, como los instrumentos musicales con representaciones asociadas al astro.
“Todas las flautas que vemos son prehispánicas, son auténticas y el primer ejemplar es un silbato que tiene la figura de un conejo; este animal está relacionado a la luna”, especificó el músico Mauricio López, quien además dio una demostración de los sonidos de una variedad de silbatos con formas de venado, mono hembra, jaguar y mujer.
El tema despertó mucho el interés entre los asistentes, quienes hicieron muchas preguntas sobre el nahualismo, es decir, la relación humana con la naturaleza, una creencia de que hay ciertas personas que pueden transformarse en animales y actuar con el raciocinio de los humanos.
La experiencia de visitar el MUNA en horas nocturnas y con sus niños fue descrita por la señora Cesia Mejía: “Me encanta haber venido. En el caso de mis hijos, venía diciendo a mis amigas que lastimosamente hay unos escombros que han quedado de las pandillas; ellos tienen el temor de salir a estas horas, de que si vamos a regresar con bien. Ahora que ellos vienen a algo sano, cultural, andan tan libres, tan alegres y con un montón de preguntas que solo estaban va de preguntar. Agradezco, agradezco estas actividades que nos están dando. Ellos es primera vez que visitan el museo”.
“Para mí ha sido grato aprender más; yo soy estudiante de náhuat y el tema me apasiona. Este programa ha sido de gran beneficio. He leído mucho de la cosmovisión y por eso es me interesa”, opinó la señora Elena Chávez.
La velada contó con la participación de familias procedentes de Ciudad Delgado, Las Margaritas y Reparto Morazán, de Soyapango, quienes además recorrieron el MUNA y conocieron la Pieza del Mes: un estribo policromo tallado, el cual fue presentado por la arqueóloga Claudia Ramírez.
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