Con talleres, conversatorios y espectáculos se celebraron los veinte años de vida de la escuela para actores y actrices.
La Escuela de Teatro CENAR celebró su 20.° aniversario con el IV Encuentro de Teatro Joven “Todas la generaciones”, que incluyó diversas actividades para sus estudiantes y público en general.
En ese marco, en el Teatro Nacional de San Salvador se presentó “#SinEtiqueta“, obra resultado de los procesos educativos del Taller de Teatro Juvenil e Infantil, a cargo de la maestra Norma Fuentes.
De igual manera, el exalumno del Diplomado en Actuación del CENAR, Carlos Córdoba, presentó “Toño Juentes, el vendedor de petates que regala
cuentos de Salarrué” en la Pequeña
Sala del teatro capitalino, una obra que da cuenta de su fino trabajo en la expresión a través de una serie de monólogos de la popular narrativa salarrueriana con los que se conecta al público.
Córdoba reconoció que su
paso por la Escuela de Teatro del CENAR fue la llave que le abrió las puertas del espectáculo nacional y la calidad de la formación en
artes escénicas recibida.
Asimismo, se desarrollaron el conversatorio “La importancia de la dramaturgia en la educación artística salvadoreña” y un taller sobre los procesos para aplicar a convocatorias de iniciativas artísticas, impartido por la maestra y gestora cultural Emmety Pleitez.
Además, el maestro Hugo Mata ofreció el Taller de Dramaturgia Corporal a una decena de estudiantes, con quienes trabajó memoria y movimientos de expresión, articulación de movimiento y expresión vocal, así como la postura en el escenario. Un trabajo completo de poner en movimiento el cuerpo, la mente y la expresión vocal para conseguir el mejor desempeño en cada actuación.
Otro importante espacio fue el que abordó las perspectivas del oficio teatral entre las generaciones graduadas de la Escuela de Teatro CENAR, con Sara Sol, Tania Ramos y Otto Rivera, quienes compartieron sus experiencias y coincidieron en el valioso aporte institucional en sus carreras.
A ello se sumaron dos talleres enfocados en la formación actoral relacionada a la improvisación, que impartió el maestro Mauricio Nieto, y la Gran Varieté, un cierre del encuentro lleno de mucho colorido y con diversidad de técnicas artísticas.
Actores, malabaristas, payasos, magos y animadores, etc. se presentaron frente a la fachada del Teatro Nacional de San Salvador para el deleite de un público conformado por niños, jóvenes, adultos y personas de la tercera edad.
Así, la Escuela de Teatro del CENAR dejó un precedente artístico entre el público para celebrar sus 20 años de
formar nuevos artistas y reafirma su compromiso futuro en el campo de la educación en artes.
