Para la conmemoración se recreó el altar del Día de los Canchules, en homenaje a trabajadores culturales y artistas salvadoreños.
El Museo Nacional de Antropología Dr. David J. Guzmán (MUNA) conmemoró el Día de los Difuntos este 2 de noviembre, con elementos especiales de la cultura popular salvadoreña.
“En este altar tenemos las fotografías de personas como nuestro fundador, David J. Guzmán; la restauradora del museo, Lety Escobar; el mimo Talapo, y otros personajes importantes del arte y la cultura de nuestro país”, dijo el director del recinto, Danilo Villalta.
La tradición del Día los Canchules se celebra en Nahuizalco, Sonsonate, cada 1 de noviembre, que es el Día de Todos los Santos en el calendario católico.
“En el altar de los canchules se fusionan elementos de la cosmovisión de los pueblos indígenas con elementos de la fe cristiana”, destacó el director general de Multiculturalidad, Alberto Cruz.
El altar estaba decorado con platillos considerados especiales y de temporada, como frutas, ayote en miel, tamales, además de elementos como velas, flores de muerto, flores de borla, gallardetes de papel picado y los retratos de los fallecidos.
“Me ha parecido muy interesante la representación de este altar de Nahuizalco. Yo quería ir y no pude ir, pero me parece bastante bonito que traigan una representación de un altar propio de un pueblo de El Salvador”, opinó el joven Balmore Revelo.
Otra de las actividades que cautivó al público fue la charla “Muerte imaginación y ritos”, impartida por el director del museo, Danilo Villalta, en la cual explicó que en la cosmovisión de los pueblos mesoamericanos había “tres lugares a los que se iba después de la muerte: Tlalocan, Mictlán y Casa del Sol, que eran sostenidos por el árbol nodriza o ceiba”; estos destinos dependían del tipo de muerte que se había tenido: ahogamiento, natural, en la guerra o en sacrificio.
Asimismo, se ofreció un recorrido por la Sala de Entierros Prehispánicos que dirigió la curadora del museo, Liuba Morán, mientras que la Pieza del Mes del MUNA fue presentada por la investigadora Claudia Alfaro, quien habló sobre los frascos de botica que se exhiben.
También, el MUNA brindó talleres temáticos para niñas y niños, como los de Elaboración de Gallardetes con la técnica de papel picado, Tallado en Hoja de Cacao, Elaboración de Piscuchas y el tan gustado taller de Arqueología para Cipotes, el cual fue impartido por los arqueólogos del museo.
“Han sido unas actividades muy bonitas, las hemos disfrutado en familia, conociendo este tipo de tradiciones que se van perdiendo poco a poco”, dijo el señor Carlos López, quien asistió con su hija a los talleres.
Como parte del programa se presentaron la Marimba de la Fuerza Armada y el Ballet Folklórico Nacional, que recibieron muchos aplausos.
Para cerrar el MUNA de Noche, se invitó al público a la narración “Mitología, leyenda y ayote: calaveras, carreta chillona, el justo juez de la noche, la Siguanaba y el Cipitío salen de sus escondites para recorrer la plaza y pasillos del Muna”, una actividad de antaño que despertó la curiosidad de niñas y niños.
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