Una nueva jornada cultural completó este día el Museo Nacional de Antropología Dr. David J. Guzmán bajo la sombrilla del MUNA para Cipotes, uno de los programas de proyección, el cual está dirigido especialmente a la infancia.
Era la una de la tarde cuando en la plaza del museo empezó a sonar música infantil, como señal de inicio de una nueva edición, la correspondiente al mes de mayo, del MUNA para Cipotes.
Entre sonrisas y miradas inquietas arrancaron de forma casi simultánea tres talleres lúdicos para atender a los infantes; entre ellos, una visita de 31 niños y niñas organizada por el Consejo Nacional de la Primera Infancia, Niñez y Adolescencia (CONAPINA), con el apoyo del Instituto Crecer Juntos.
Niños y niñas de entre cinco y once años pudieron escoger entre los temas de su interés para participar en los talleres, como Óscar y Moisés, quienes por primera vez visitaban el museo y formaron parte del Taller de Arqueología para Cipotes, en donde tuvieron la oportunidad de conocer tiestos de piezas originales.
“Estamos enseñándoles un poquito a través de la experiencia de aprender, tocar y ver materiales culturales para que los niños conozcan un poquito más de su patrimonio”, explicó la arqueóloga Claudia Alfaro Moisa, quien junto con Roberto Gallardo, del área de Investigaciones y Curaduría del MUNA, impartieron el taller y respondieron las inquietudes de los participantes sobre qué hace un arqueólogo, dónde han excavado y otras curiosidades.
En otro espacio, la maestra Edith Hernández, del Centro Nacional de Artes (CENAR), colaboró impartiendo un taller de cómics en el que los personajes centrales eran figuras de nuestra cultura: Tlaloc, Xipe Totec, Chasca, Cipitío, Padre sin Cabeza y la Chanchita Bruja, entre otros.
“La manera de presentar los elementos simbólicos de las diferentes colecciones que resguarda el museo, a nivel de etnografía, arqueología e historia, son asociadas de una manera más dinámica para que los niños puedan interactuar, divertirse y asociar estos elementos no como algo extraño, sino más bien algo propio que tienen en su vida cotidiana”, amplió Danilo Villalta, director del MUNA.
Otra de las opciones fue el Taller de Añil impartido por Henry Martínez y Adela Quintanilla, de la Unidad de Servicios Educativos del museo, en el que los participantes experimentaron hacer diseños con pincel sobre tela. Ese fue el caso de Paula, de once años, a quien le gusta hacer manualidades y ha disfrutado los talleres del MUNA en otras ocasiones.
En esta oportunidad, Paula visitó el museo en compañía de toda su familia, entre ellos su tía Eunice Monroy, a quien la experiencia le pareció “una buena oportunidad para aprender más del museo y técnicas”.
La actividad incluyó un recorrido guiado por las exposiciones “Los sonidos del MUNA” y “Entierros prehispánicos”, que cerró con una presentación de instrumentos precolombinos que conectó a los visitantes con nuestras culturas ancestrales.
Finalmente, el escritor Mario Noel Rodríguez compartió cuentos de la colección Crecer Leyendo y dirigió juegos tradicionales.
“La idea fundamental del programa es abrir el museo para niños”, expresó el director Villalta sobre el MUNA para Cipotes, que estará ofreciéndose una vez al mes con la finalidad de que los niños y niñas “aprendan divirtiéndose sobre los valores que nos identifican como salvadoreños en nuestras identidades”.
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