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Cultura se sumó a la celebración de la Noche Blanca

La Nuit Blanche inició en el país en 2016 y había hecho una pausa a causa de la pandemia de COVID-19 hasta este exitoso retorno, que contó con la aceptación del público y la participación de artistas de distintas disciplinas. 

Un total de 6128 personas fueron contabilizadas solo en los espacios administrados por el Ministerio de Cultura durante el desarrollo de la quinta edición de la Noche Blanca, organizada por la Alianza Francesa de San Salvador.

La oferta incluyó recorridos guiados por el Teatro Nacional capitalino, el Museo Nacional de Antropología (MUNA), el Palacio Nacional y la Sala Nacional de Exposiciones Salarrué, así como talleres infantiles y presentaciones artísticas al aire libre y en escenarios.

“Nos encanta ver habitadas estas calles (del centro histórico), ver a los elencos del Ministerio de Cultura y los espacios patrimoniales abiertos. Esperamos que pronto todos estos espacios sea la costumbre que su agenda cultural sea la favorita de los y las salvadoreñas”, expresó la ministra de Cultura, Mariemm Pleitez.

Por su parte, el embajador de Francia, François Bonet, destacó la participación de más de doscientos artistas en el evento y se refirió a la “impresionante muchedumbre” que asistió: “El lema de la Nuit Blanche es ‘La cultura se toma las calles’ y eso lo estamos viendo muy claramente, reflejando la voluntad de reapropiarse el espacio público durante la noche, en un contexto seguro, gracias a la creación artística”.

Como un homenaje al Mes del Teatro a nivel mundial, la fiesta blanca de la cultura presentó opciones para toda la familia junto a artistas independientes seleccionados para los Fondos Concursables (con el apoyo de FANTEL).

La Pequeña Sala del Teatro Nacional recibió la obra “El señor del ensueño”, basada en los cuentos fantásticos y maravillosos de Salarrué contenidos en el libro “O’yarkandal”; además, en la Gran Sala María de Baratta, “El Salvador bajo mi piel”, de OPUS 503, dedicó temas musicales a nuestro querido país, entre estos: “Balcones de Suchitoto” y “Coatepeque”.

También, en el centro histórico la alegría y el colorido del espectáculo “La fiesta de mi pueblo”, del Ballet Folklórico Nacional, acercó las estampas costumbristas al curioso público reunido en la calle Rubén Darío, donde completó el bloque dancístico el elenco de la Compañía Nacional de Danza con su “Algarabía 2023”, capítulo 1:  “Sinfonía del cuerpo”, que con cada movimiento hace un tributo al cuerpo, a las posibilidades que tiene de movimiento e imagina que de él emanan los sonidos.

La Hoja Cultural del parque Cuscatlán fue el escenario de los contenidos culturales:  “En un lugar de La Mancha”, del TIET; “Homenaje a la música salvadoreña”, de Ri Dancer Academia, y “Pinceladas latinoamericanas”, del grupo Flor de Café.

En el circuito Zona Rosa, más de mil personas asistieron a las actividades del MUNA, que alojó  presentaciones artísticas como obras de teatro, danza contemporánea, al coro de la Universidad Don Bosco, un concierto de Vivaldi con la Orquesta de la Universidad José Matías Delgado y la exposición “(Wa) formas por suma”, de Tomo Kobayashi.
De igual manera, los espacios del museo se llenaron de infantes que participaron en los talleres para elaborar huevos chimbos, instrumentos musicales tradicionales con materiales reciclados y construir figuras de legos con formas prehispánicas.

En el Taller de Arqueología para Cipotes conocieron sobre cerámica y figuras prehispánicas que se exhiben en el museo. Para ello, la Unidad de Investigaciones y Curaduría del MUNA proporcionó dibujos para colorear de las piezas más emblemáticas que se exhiben y a los mayores se les retó con una sopa de letras sobre el acervo patrimonial de nuestro país.

Asimismo, las familias se reunieron en torno al maquilíshuat del Jardín Rupestre para escuchar a Mario Noel Rodríguez, que con su estilo lúdico compartió literatura infantil, y la Biblioteca Móvil llegó con literatura infantil y juvenil, juegos didácticos, audiolibros, computadoras con acceso a Internet, libros de historia, revistas de investigación y literatura en braille en un ambiente cómodo.

La participación del Ministerio de Cultura en la actividad responde al objetivo institucional de acercar a la población el arte y la cultura, para promover el ejercicio de sus derechos culturales.