En el marco del MUNA de Noche, se brindó una ponencia sobre el sitio arqueológico ubicado en Metapán, Santa Ana.
El tema “Deidades mexicanas en el arte rupestre del sitio Igualtepeque o Cerro de las Figuras del lago de Guija”, fue desarrollado por el arqueólogo Hugo Chávez durante una conferencia el 27 de mayo, en el Museo Nacional de Antropología Dr. David J. Guzmán.
Según el arqueólogo, los grabados rupestres del sitio han sido estudiados desde 1960 por diferentes investigadores. En 2013, se llevó a cabo un nuevo estudio en el que se lograron identificar y registrar alrededor de 224 petrograbados.
“El sitio tiene la mayor concentración de petrograbados en Centroamérica. El arte rupestre es una de las primeras formas de comunicación de los seres humanos y hemos comenzado a descifrar los dibujos o diseños que están en las rocas”, dijo Chávez.
En los grabados se pueden ver figuras humanas, aves, serpientes, monos y largartos, pero también se han identificado deidades mexicanas que los migrantes nahuas trajeron consigo durante las oleadas migratorias desde el centro de México hacia nuestro territorio, que se estima sucedieron entre los años 700 y 900 d. C., según restos de cerámica encontrada en el sitio.
En los petrograbados se han identificado figuras de Tláloc, dios de la lluvia; Xipe Totec, dios de la guerra; Mictlantecuhtli, dios del inframundo; Cipactli, dios asociado a la creación del mundo; Quetzalcóatl, dios de la fertilidad; y Ehecatl, dios del viento.
A la llegada de los españoles en 1524, los alrededores del lago, que comparte aguas con Guatemala, estaban habitados por pipiles y varios pueblos mayas, por lo que el nombre Güija podría derivar de una palabra de la lengua apay (maya chortí) que siginifica “agua rodeada de cerros”, según el historiador Jorge Lardé y Larín.
En la actualidad, se considera que el sitio tiene potencial arqueológico, ya que además de los petrograbados, en el cerro de las figuras —que cuando es invierno se convierte en isla y cuando es verano es una península— se encuentran plataformas, una pirámide y una plaza amurallada.
Además, tiene potencial etnográfico y religioso, ya que en el lago se lleva a cabo una procesión en lancha cada 13 de mayo en honor a la Virgen de Fátima; y según señaló el investigador, también es un sitio RAMSAR porque sirve de sitio de descanso de las aves migratorias y en los alrededores existe una reserva forestal.
El museo exhibe muchos petrograbados procedentes de este sitio, que el público puede conocer en los espacios interiores y exteriores.
En el MUNA de Noche también se realizaron recorridos guiados, talleres lúdicos, presentaciones artísticas y la presentación de la Pieza del Mes del museo: una botija del siglo XVI, procedente de Ciudad Vieja, la primera villa de San Salvador, fundada en 1528.
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