El proceso se lleva a cabo a solicitud de los artesanos y de la Alcaldía Municipal de Quezaltepeque, departamento de La Libertad.
La Dirección Nacional de Patrimonio Cultural a través de la Dirección de Antropología Cultural (DAC) llevó a cabo, el 6 de octubre, la segunda jornada del Taller de Sensibilización de Patrimonio Cultural Inmaterial con los alfareros quezaltecos, como parte del proceso de declaratoria y reconocimiento de bien cultural de la técnica de alfarería tradicional de Quezaltepeque.
El taller fue impartido por el equipo de antropólogas de la DAC, quienes brindaron conocimientos sobre los tipos de patrimonio que existen: natural, cultural e inmaterial, y en este último se encuentran las técnicas artesanales tradicionales como la alfarería.
“En este momento estamos evaluando las amenazas y medidas de protección de la tradición. Con todo lo registrado en campo elaboraremos la ficha de inventario para ir conformando el expediente; continúa el proceso interno hasta que procede la aprobación de la declaratoria”, explicó la directora de la DAC, Maribel Henríquez.
Una de las finalidades de la reunión era terminar de recabar los datos para elaborar la ficha de inventario de la tradición, por lo que los alfareros y personas que trabajan en torno a estas artesanías hablaron de las amenazas que enfrenta el sector, como “el desinterés de las nuevas generaciones por aprender el oficio y la falta de incentivos”, según externaron los participantes.
Asimismo, se discutieron y acordaron medidas de protección para salvaguardar la tradición, entre las que están la formación de una cooperativa de artesanos, la gestión de talleres de capacitación para la innovación de las artesanías y de proyectos para mejorar la capacidad técnica de los alfareros.
“El hecho de que se logre la declaratoria de bien cultural nos permitirá, como municipalidad, gestionar apoyo a través de instituciones internacionales. Sabemos que el capital semilla es el más importante, si se asocian van a tener mayor fuerza porque es más fácil apoyar a un sector”, dijo el gerente de Desarrollo Local de la Alcaldía de Quezaltepeque, Mario Echeverría.
Lograr la declaratoria es algo muy importante para los artesanos quezaltecos, explicó el alfarero Osmín Hernández, quien dijo que les “preocupa que se está extinguiendo la alfarería en el municipio”.
“Por ser un trabajo hecho de la tierra, hay mucha gente que no le da valor. Por el mismo concepto que muchos tienen de un cierto menosprecio porque uno trabaja con lodo, tal vez no ha sido valorizado como se debe a nivel nacional. Es una lástima de que se pierda, porque es parte de nuestro patrimonio, una identidad de nuestro pueblo”, manifestó el artesano.
El oficio data de cientos de años. Según Hernández, no saben la fecha en que comenzó. “Pero hay un señor que tiene 93 años que comenzó a trabajar en una alfarería a la edad de 9 años y ya para entonces habían viejos alfareros, eso me hace pensar en que la alfarería es tan vieja en Quezaltepeque. Probablemente aquí un porcentaje bien elevado de la población son descendientes de alfareros”, sostuvo.
En la actualidad existen solo siete talleres de alfarería en Quezaltepeque y en cada uno trabaja un tornero o alfarero, así como otros artesanos que tienen la calidad de operarios, lo cual representa una amenaza para continuar con la tradición y resulta imprescindible que se proteja, indicaron los artesanos.
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