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La máquina de escribir es la Pieza del Mes del Museo Regional de Occidente

En esta ocasión, el museo trae al público una visión más cercana de lo que fueron las máquinas de escribir y su rol en la sociedad, para no perder de vista la historia de estos importantes objetos desde una perspectiva antropológica, y que las presentes y nuevas generaciones la conozcan.

El Museo Regional de Occidente, ubicado en la ciudad de Santa Ana, invita a conocer la Pieza del Mes dedicada a la máquina de escribir, la cual estará en exhibición hasta el 28 de febrero.

El origen del dispositivo se remonta al año 1714, cuando el británico Henry Mill presentó una patente inglesa que lo define como “un método artificial de transcripción de letras o impresión, de manera progresiva o separada”.

Las primeras máquinas de escribir dignas de ese nombre datan de principios del siglo XIX y son la obra de los italianos Pellegrino Turri (1808) y Pietro Conti (1823); lamentablemente, no se tiene ningún vestigio de estos objetos mecánicos de escritura.

La invención marca una fecha importante en la historia de las comunicaciones y de las relaciones sociales. En especial, tiene por consecuencia el haber dado al trabajador de los siglos XIX y XX un empleo en sociedad aceptado, y de permitirle acceder al mundo de los negocios.

La máquina de escribir es considerada el sello de sociedades en vías de burocratización. Por lo tanto, no es sorprendente que los primeros intentos daten del siglo XIX, en el que emergieron los estados burocráticos de tipo moderno.

Para conocer la Pieza del Mes visite el Museo Regional de Occidente, ubicado en la avenida Independencia sur, n.° 8, Santa Ana. El espacio permanece abierto de 9:00 a. m. a 3:00 p. m., de miércoles a domingo.

La entrada al museo es de $1.00 para nacionales; $2.00 para centroamericanos y extranjeros residentes, y $3.00 para extranjeros no residentes. Niños menores de 12 años, adultos mayores de 60 años, estudiantes y docentes con carné entran gratis.

Para el ingreso se debe cumplir con el protocolo de bioseguridad, que incluye el uso permanente de la mascarilla.