Cónsules honorarios de El Salvador en diferentes países del mundo fueron parte del público que disfrutó la presentación.
El exitoso espectáculo con el que el Ballet Folklórico Nacional celebra sus 46 años de trayectoria, “Chasca, la virgen del agua”, se presentó nuevamente en el Teatro Nacional de San Salvador, a petición del público.
La presentación, que estuvo abierta al público en general, contó como invitados especiales a un grupo de cónsules honorarios de El Salvador en distintos países, quienes se encuentran en El Salvador en el marco de un congreso organizado por Cancillería.
Bajo la dirección de la maestra Mayra Villacorta, autora también de la coreografía, el Ballet Folklórico Nacional da vida al espectáculo basado en la narración que recoje el autor Miguel Ángel Espino en su libro “Mitología de Cuscatlán”.
El guion de la pieza, escrito por el arquitecto Joaquín Rendón, se enriquece con una propuesta musical de René Muñoz.
El resultado ha encantado a todos los espectadores, tal fue el caso del cónsul honorario en Israel, Yossi Abadi, quien expresó: “Fue fenomenal y creo que representa lo que es este nuevo El Salvador: un El Salvador con mucha pasión, con raíces profundas que por fin se levantan, sonríen y generan un dinamismo y una energía que llena a la gente con mucha emoción”.
De la misma manera reaccionó el representante honorario de El Salvador en Sídney, Australia, José Vásquez Rivas. “Me conmovió, es algo increíble. Me gustó mucho. Similitudes con la historia clásica de Romeo y Julieta. Me conmovió y me hizo sentir en casa y muy alegre”, dijo.
Fundado el 3 de mayo de 1977, el Ballet Folklórico Nacional se dedica a rescatar, proteger y difundir las costumbres y tradiciones que nos identifican ante las demás naciones del mundo, un objetivo para el que este año lleva a escena el amor leal y eterno entre Chasca y el jóven pescador Acayet.
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