La ciudad se convirtió en un cielo estrellado con miles de farolitos de colores para celebrar el nacimiento de la Virgen Niña.
Ahuachapán se iluminó con diferentes colores para celebrar el Día de los Farolitos, este 7 de agosto, organizado por la Casa de la Cultura, el comité cuidadano y la alcaldía municipal de la localidad.
El evento fue presidido por el viceministro de Cultura, Eric Doradea; el alcalde municipal, Juan Carlos Zepeda; el director nacional de Casas de la Cultura y Parques Culturales, Walter Romero, y el director general de Multiculturalidad, Alberto Cruz.
“Deseo que las luces que veremos esta noche iluminando las casas, las calles, los muros, la ciudad, se queden con nosotros como una muestra de esa luz que se enciende en el país gracias a estos nuevos tiempos de esperanza, seguridad y oportunidades”, manifestó el viceministro de Cultura.
Además, el funcionario aseguró que el Día de los Farolitos es “una expresión propia, llena de luz y belleza, que da cuenta del fervor religioso, por un lado, así como de la creatividad e ingenio de nuestra gente”.
Como parte de la celebración, la Casa de la Cultura montó el tradicional altar en honor a la Virgen Niña, el cual fue admirado por los miles de visitantes nacionales y extranjeros.
Seguidamente, el grupo de danza folclórica de la Casa de la Cultura de Panchimalco presentó coloridos bailes que reflejan las tradiciones y costumbres de los salvadoreños: “Las comadres”, “El carnaval de San Miguel”, “Los farolitos” y “El torito pinto”, entre otros.
También, la Casa de la Cultura de Ahuachapán expuso pinturas de jóvenes talleristas del espacio cultural y de pintores locales.
De igual manera, la casa se convirtió en sede de cuentacuentos y talleres de elaboración de farolitos, al mismo tiempo que el público disfrutó de la Biblioteca Móvil y la Bebeteca, que compartieron juegos lúdicos y lecturas para primera infancia.
Como parte de la festividad se desarrollaron también las participaciones artísticas a cargo del ballet infantil de la Casa de la Cultura de grupos de danza moderna y cantantes locales.
Este año, las casas de la Cultura de Apaneca, Ataco, Guaymango, Atiquizaya, San Lorenzo y San Pedro Puxtla hicieron celebraciones propias de los farolitos.
“De esa manera, esta tradición se expande hacia otros lugares, aunque es y seguirá siendo originariamente una expresión reconocida de los ahuachapanecos, un legado para las futuras generaciones y un legado para El Salvador”, explicó el viceministro Doradea.
Respecto a la celebración, la ahuachapaneca Adriana Ávila expresó: “Estamos felices porque en la época de la pandemia no pudimos disfrutar y ahora veo que ha venido mucha gente tanto de Ahuachapán como de fuera. Y el compartir con amigos y familia es muy placentero porque ha estado más alegre que años anteriores”.
Norma Lucero, quien asistió a ver los Farolitos, dijo: “Ha sido muy bonito porque los niños han participado y están felices, además, hemos pasado tiempo en familia”.
Lucero añadió: “Me parece bien que se celebre esta fecha porque ayuda a revivir la cultura y la historia que tenemos acerca de la Virgen”.
Para proteger esta tradición ancestral, en 2020, el Ministerio de Cultura elaboró la ficha de inventario de la tradición, que tiene como objetivo festejar con color, honor y luz a la víspera del nacimiento de la Virgen María.
En la actualidad, el Día de los Farolitos es una de las festividades más sobresalientes en el país y fue declarada patrimonio cultural inmaterial (PCI) por la Asamblea Legislativa en 2014, mediante el Decreto n.° 783, por constituir “una expresión propia de nuestra identidad como salvadoreños y salvadoreñas”.
La ficha de inventario recoge que la tradición se celebra aproximadamente desde mediados de siglo XIX y que, en el pasado, la fiesta iniciaba siete días antes del nacimiento de la Virgen (8 de septiembre).
