En el MUNA se instaló una cruz de árbol de jiote, la cual fue decorada con frutas de estación y gallardetes de papel de china.
Más de un centenar de personas participaron en la charla virtual “Conoce nuestras tradiciones”, que brindó el Museo Nacional de Antropología Dr. David J. Guzmán (MUNA) en colaboración con el Ministerio de Relaciones Exteriores para celebrar el Día de la Cruz, este 3 de mayo.
La charla estuvo a cargo de la arqueóloga Claudia Alfaro, quien dijo que la fecha tiene un origen religioso, pero también prehispánico relacionado al dios Xipe Tótec, al maíz y a los sacrificios, cuyas fiestas se celebraban por estas fechas.
“De Xipe Tótec se han encontrado varias piezas arqueológicas en nuestro país. Era una deidad relacionada a la renovación, la guerra, las enfermedades de la piel y sacrificios humanos”, indicó Alfaro.
La celebración del Día de la Cruz comenzó a ser difundido en el Imperio romano desde el año 326 d. C., luego del hallazgo de la madre del emperador Constantino, Santa Elena, quien encontró en Jerusalén la cruz donde fue crucificado Jesús, según la tradición católica.
“La importancia del Día de la Cruz se manifiesta en el sincretismo cultural. Posee características singulares que varían de una zona a otra y es una muestra de la riqueza de expresiones culturales de El Salvador. Además, es el eje de manifestaciones culturales inmateriales: gastronomía, danzas religiosidad, artesanías, poesía y pintura”, agregó Alfaro.
El Día de la Cruz es una de las festividades más importantes en nuestro país, que se manifiesta a través de danzas como la de el tigre y el venado y los historiantes, y en fiestas religiosas como la del Señor de la Caridad en San Juan Nonualco, La Paz, con las tradicionales palancas o varas de bambú adornadas de frutas y gallardetes.
Las cofradías han jugado un papel fundamental en la conservación de esta actividad. “Son las mayordomías las que inician la tradición; esta estructura ha tenido pocos cambios desde la época colonial”, agregó Alfaro.
En la charla participaron salvadoreños y extranjeros, a quienes se dirigió la representante del Cancillería, Jessica Alejandra Cruz, para destacar que la celebración permite una “conexión vital con nuestras raíces y que el sincretismo cultural define la identidad e historia de los salvadoreños”.
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