Más de 500 visitantes congregó la última edición del programa, quienes disfrutaron las actividades artísticas y culturales.
La plaza del Museo Nacional de Antropología Dr. David J. Guzmán (MUNA) se llenó de música, artesanías y comida típica con el Tianguis Cultural que se hizo presente el sábado 25 de marzo.
En la jornada, los visitantes conocieron parte de los 52 relatos compilados en el libro “Nechilwiat katka ka seujti…” o “Me contaban que una vez…”, basado en las historias de los nahuahablantes de Santo Domingo de Guzmán.
“Este libro es el resultado de un estudio sobre la cultura espiritual; representa una parte de lo que creen los pueblos originarios y son parte de nuestra herencia ancestral”, dijo el director del MUNA, Danilo Villalta.
El libro fue presentado por el compilador Josué Ramos y el director de Multiculturalidad, Alberto Cruz, quienes contaron su experiencia de aprender náhuat.
Aprender el idioma trajo consigo aprender la cosmovisión de los nahuahablantes para Ramos, quien comenzó a conocer mitos fundacionales y con influencia colonial, junto con historias de brujos y transmutaciones de personas que se convertían en animales , así como otros relatos que sobreviven en la población indígena de Santo Domingo de Guzmán.
Una de estas historias es la de cómo nuestros antepasados descubrieron el maíz, que según contaron los abuelos fue gracias a que vieron que los zompopos cargaban los granos de maíz y siguieron la ruta de donde nacía la planta; ahí fue que conocieron el elote.
“Muchas de las historias tienen relación con el maíz, porque el maíz era sagrado para los pueblos indígenas”, dijo Alberto Cruz, quien aseguró que Santo Domingo de Guzmán o Witzapan “es el último bastión de la lengua náhuat y que podría ser que solo queden alrededor de cien nahuahablantes”.
Muchos de los participantes expresaron su satisfacción por conocer la rica tradición oral de los pueblos del occidente del país y pidieron recopilar también las historias de otras zonas.
“Me resulta interesante encontrar personas que se interesen con esa profundidad con estos temas. Me voy motivada para leer estas historias”, opinó la señora Cecilia Ancalmo.
Por otro lado, como parte de las actividades artísticas del MUNA de Noche se presentó un extracto de “Cu-cú Cu-cú ¡Así suena la selva!”, un proyecto de intervención artística en el que participan bailarines, músicos y teatristas, el cual se estrenará próximamente.
Asimismo, se impartió el Taller de Arqueología para Cipotes, en el que los niños dibujaron figuras de restos de cerámica arqueológica y colorearon dibujos de piezas que se exhiben en el MUNA; también se les presentó la Pieza del Mes del museo.
La noche cerró con un concierto de música instrumental del Cuarteto Shuchikisa y música de vinilos con Tokadiscos Social Club.
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