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“Arqueología subacuática en El Salvador” fue expuesta en charla virtual

La actividad fue organizada por el Museo Regional de Oriente, que pertenece al Ministerio de Cultura.

La Dirección Nacional de Museos y Salas de Exposición a través del Museo Regional de Oriente (San Miguel) brindó la charla virtual “Arqueología subacuática en El Salvador”, a cargo del arqueólogo Roberto Gallardo.

El arqueólogo es autor del libro “Patrimonio cultural marítimo de El Salvador: Registro de pecios” y director de la Unidad de Investigaciones y Curaduría del Museo Nacional de Antropología Dr. David J. Guzmán (MUNA).

“El objetivo es compartir el conocimiento en diferentes temáticas del patrimonio cultural salvadoreño que se genera desde la Dirección Nacional de Museos con el apoyo del personal técnico del MUNA”, indicó el director del Museo Regional de Oriente, Saúl Cerritos.

En su charla virtual, Gallardo habló sobre el patrimonio marítimo registrado en los últimos nueve años, en el que se han identificado y documentado: un muelle de hierro y once pecios descubiertos en los más de 300 kilómetros de costa que posee El Salvador.

“La mayoría de los pecios o barcos hundidos están bajo el agua o cubiertos parcialmente. Nosotros hacemos inmersiones con equipo de buceo para investigarlos. A la fecha, llevamos doce sitios arqueológicos registrados, once son pecios y uno es un puerto antiguo, es el muelle de hierro del puerto de Acajutla”, relató Gallardo.

Diez de los once pecios registrados en El Salvador pertenecen a barcos que estuvieron en funcionamiento durante la segunda mitad del siglo XIX e inicios del XX, y que naufragaron o encallaron en nuestras costas, creando de esta manera sitios arqueológicos marítimos.

“Un sitio arqueológico son los restos materiales que las sociedades del pasado han dejado y que nos dan información para conocer la forma de vida y que están relacionados con el mar”, explicó el arqueólogo.

Gallardo indicó que además de restos de barcos, existen sitios arqueológicos marítimos que son ciudades hundidas, como el Puerto Real en Jamaica, que “era una ciudad pirata en el siglo XVII y debido a un terremoto, la ciudad se hundió; hay pecios como los de aquí y puede haber aeronaves también”.

El director de Investigaciones del MUNA, detalló que entre los pecios registrados en El Salvador están el Anden, el cual “un huracán hizo que quedara a la deriva” y fuera a parar a la Barra de Santiago. “Es es el único naufragio con pérdidas humanas, murieron 16 personas. Cuando la marea está baja, se pueden observar los restos del barco”.

Sobre los hallazgos en Acajutla indicó: “Tenemos el Colón, un barco de vapor construido en 1872, que colisionó con las rocas en Punta Remedios; el capitán decidió encallar el barco en la playa de Acajutla. El naufragio ocurrió el 9 de abril de 1904”.

En la costa de Sonsonate, en Los Cóbanos, existen tres pecios registrados: el Cheribon, un vapor construido en Escocia, en 1882, que naufragó en 1902;  el Douglas, construido en 1872, que naufragó en 1890; y el Columbus, construido en 1848, que naufragó en 1861.

El Columbus tenía casco de madera y un motor de locomotora de tren que fue adaptado al casco de madera. Fue de los primeros barcos de vapor usados en el transporte marítimo de la ruta Panamá-San Francisco tras el descubrimiento de oro en California, en 1848.

 “Miles viajaban de Panamá a San Francisco. El Columbus fue uno de los primeros once barcos de vapor que se usaron para transporte durante la fiebre del oro”, dijo Gallardo.

En La Libertad, se ha registrado el San Blas, el cual naufragó en la playa que retomó su nombre. Este barco “venía de Acajutla a La Libertad el 17 de diciembre de 1901. Estaba muy oscuro. Cuando el San Blas iba llegando, el capitán vio fuego en la playa y creía que era el puerto de La Libertad;  entonces, se aproximó demasiado y el barco se hundió, el barco quedó sobre las piedras. Todavía se pueden ver los restos cuando está baja la marea. Es un sitio bonito que se puede apreciar con esnórquel”, indicó Gallardo.

En el oriente del país también existen sitios. En la Bahía de Jiquilisco hay cinco pecios: el Kirkdale, que llevaba cargamento de madera, iba saliendo hacia el mar, pero el barco encalló en la arena y se hundió. “Este sitio es llamado La Guirdalia” por la población local, indicó el especialista.

Los otros son el PSJ-1, el Honduras y el Brucklay Castle, de los cuales se han recuperado restos. “En 2019, hicimos la última investigación arqueológica; recuperamos objetos, botellas de licor y cerámica inglesa”, dijo el arqueólogo.

Gallardo concluyó: “La idea es registrar más sitios, ya que no podemos proteger lo que no conocemos, esta es nuestra premisa”

La charla contó con la participación de más de cuarenta personas, quienes agradecieron la difusión de temas importantes del patrimonio cultural salvadoreño.