Cinco escritores triunfaron entre un total de más de 200 obras participantes en la última convocatoria del año hecha por el Ministerio de Cultura.
El Ministerio de Cultura a través de la Comisión Nacional Organizadora de los Juegos Florales anuncia a los escritores ganadores de la tercera convocatoria de los certámenes literarios 2020.
El escritor Mauricio Amaya ganó los XXV Juegos Florales de San Miguel en la rama de Teatro, con su obra “El tren rojo”, presentado bajo el seudónimo José Mancera. Esta es la tercera ocasión en que Amaya triunfa en esta disciplina, por lo que recibirá el reconocimiento de Gran Maestre en Teatro.
El jurado calificador, que estuvo integrado por Damaris Disner (México), Catalina del Cid (El Salvador-España) y Mercy Flores (El Salvador), valoró que la obra de Amaya “contiene un lenguaje metafórico que permite fluidez en el desarrollo de la obra, su aporte es contemporáneo y puede incluirse dentro del teatro del absurdo”.
De igual manera, el autor Efraín Caravantes obtuvo el premio en los XLIII Juegos Florales de Zacatecoluca, La Paz, en Poesía, con la obra “Casa”, que fue presentada bajo el seudónimo Jiří Kolář.
El fallo del jurado calificador, conformado por Rafael Patiño Góez (Colombia), Tania Pleitez Vela (El Salvador-España) y Américo Ochoa (El Salvador-Costa Rica), dicta que la obra ganadora es “un poemario excelentemente escrito, con una forma cuidada y original, donde la técnica acompaña la sensibilidad”.
Además, conserva un exquisito manejo del lenguaje que a la vez es transparente. “El autor tiene una robusta noción de la estética que se complementa con amplias referencias a la cultura, las artes visuales, las tradiciones de la vanguardia (como la poesía visual), la cultura pop y la música”, reza el acta.
En los XXVIII Juegos Florales de Usulután, en Cuento, el triunfador es Carlos Daniel Fernández Castro con el manuscrito “Zivarville”, presentado bajo el seudónimo Vicente Pastore.
Según los jurados calificadores Leonardo Nin (República Dominicana), Marta Leonor González (Nicaragua) y Sebastián Arce Oses (Costa Rica), el cuento fue elegido porque los temas son un reflejo crítico a la realidad salvadoreña moderna.
“La claridad y fluidez de los textos, más la forma como juega con los tiempos, la invención y el mito para dejar vislumbrar un mensaje satírico, a la misma vez real, fueron factores primordiales para considerar esta obra sobre otras que tal vez tenían calidad similar. Demuestra gran destreza narrativa para abordar diferentes temáticas actuales de manera irónica y crítica”, detalla el dictamen.
El escritor José Luis Valle se convirtió en el ganador de los XXVI Juegos Florales de San Francisco Gotera, Morazán, en Poesía Infantil, con la obra “Abejilandia”, presentado bajo el seudónimo Olomega.
“Excelente manejo del lenguaje sobre la base de la prosopopeya. Buen cuidado de la forma, claridad en el género literario, lectura dinámica, integración-atisbo de una latinoamericanidad. Muy original, con sensibilidad y ruptura de cánones. Sugerimos explorar otras alternativas al título de la obra”, expusieron los jurados calificadores Óscar Borge (Nicaragua-España), José Aguilar (Guatemala) y Juana M. Ramos (El Salvador-EE. UU.).
En los XXV Juegos Florales de La Unión, convocados para Testimonio, ganó la obra “Álbum de familia: más de un siglo de migraciones”, de Carmen González Huguet, quien presentó su texto bajo el seudónimo zirivaltique@gmail.com.
El jurado calificador compuesto por Chary Gumeta (México), Guillermo Acuña (Costa Rica) y Carmen Molina Tamacas (El Salvador-EE. UU.) resaltó la obra de Huguet “por la construcción de un relato bien definido de acuerdo con las fechas, lugares y referencias históricas que da testimonio de la migración española a El Salvador, así como por la forma articulada de la relación histórica entre España y El Salvador a través de la memoria de una experiencia familiar concreta”.
Cada escritor recibirá un premio en metálico equivalente a ocho salarios mínimos salvadoreños, vigentes del sector comercio, y un diploma que lo acredita como ganador.
La nueva modalidad de recepción de las obras a través de correo electrónico permitió una mayor participación de escritores en el certamen, pues un total de 202 obras concursaron en esta última convocatoria del año, la cual superó a la primera y la segunda convocatoria, en las que hubo 119 y 179 manuscritos, respectivamente.
